El pensamiento y el andar.

Ya no puedo pensar  como pensaba cuando pensaba que no había que pensar tanto y sentir más, pues hoy, siento más lo que pienso; !haberlo sabido antes!. Pero es lógico, entiendo, hoy ya no corro, por cuestiones articulares de indole temporal tardía, para llegar a donde sé que voy. Además, si en este andar así como estoy corriera, en la tarea del cuidado de no caerme, no escribiría este pensamiento,  en todo caso seria otro pensar, más agitado y además condicionado por la preocupación y el miedo de tropezar y lastimarme, o peor, por pasar verguenza, el sentir sería otro supongo, o ninguno , por las dudas.